Medir la concentración de los refrescos mezclados
Los refrescos se producen y consumen en grandes cantidades en todo el mundo. Los principales ingredientes de los refrescos son el concentrado, el agua y el azúcar o el edulcorante, y a veces el dióxido de carbono. El concentrado es el ingrediente que determina el sabor específico de la bebida. La mezcla en el proceso de elaboración de refrescos tiene lugar en dos fases diferentes: En primer lugar, el concentrado de refresco se mezcla con la solución de azúcar (unos 60 Brix). Esta premezcla se mezcla con agua para obtener una solución final. Antes de que el producto esté listo para ser embotellado, la solución de refresco mezclada se lleva a un recipiente donde se produce la carbonatación. Hay dos formas de mezclar: el proceso por lotes y la mezcla continua. En el proceso por lotes, el agua y el concentrado se mezclan en grandes tanques. Los agitadores del depósito garantizan una mezcla homogénea. Una técnica más avanzada es la mezcla continua. El producto se suele mezclar con un nivel de grados Brix ligeramente superior al del producto final. La concentración final se alcanza inyectando una pequeña cantidad de agua. Después, la solución pasa por un mezclador estático o dinámico y está lista para la medición de la concentración final justo antes del embotellado.
Utilización del refractómetro de proceso Schmidt + Haensch en el proceso de mezcla de bebidas no alcohólicas
El refractómetro se utiliza para medir y controlar la concentración del producto mezclado. Un rango de medición típico es de 10-15 Brix a una temperatura de 10 °C a 20 °C (50-68 °F). Dependiendo del proceso de mezcla, la instalación puede variar. En el proceso por lotes, el instrumento puede instalarse directamente en el tanque o en una línea de circulación. En la mezcla continua, la concentración se mide después del mezclador final. Gracias a la precisión del refractómetro de proceso, se puede conseguir un gran ahorro de costosas materias primas.
